Ricardo Amaya
Director Ejecutivo
SINERGIK CONSULTORES
El perfil ideal del franquiciado es el de alguien que sigue un modelo probado con precisión, más que un emprendedor tradicional dispuesto a innovar y tomar riesgos.
Uno de los errores comunes al hablar de franquicias es asumir que las empresas buscan a empresarios para ser sus nuevos franquiciados. Sin embargo, los emprendedores tradicionales no siempre son los mejores candidatos para operar una franquicia. Los verdaderos emprendedores son personas que están dispuestas a tomar riesgos, innovar, y crear sus propios caminos en los negocios. Tienen ideas originales, planes de negocios, y la confianza para superar cualquier obstáculo. Este perfil, aunque admirable, choca con lo que una franquicia busca en un franquiciado.
Las franquicias se construyen sobre años de experiencia, prueba y error, y han desarrollado un modelo de negocio específico que los franquiciados deben seguir rigurosamente. Los franquiciantes no están interesados en personas que quieran reinventar la rueda; buscan a quienes puedan ejecutar su plan de manera precisa. Este enfoque reduce los riesgos, preserva el capital, y brinda la tranquilidad de saber cómo manejar los desafíos del negocio desde el principio.
Para un emprendedor, este enfoque puede ser limitante, ya que no deja mucho espacio para la creatividad o la innovación personal. Sin embargo, esto no significa que un emprendedor no pueda ser un buen franquiciado. Si está dispuesto a renunciar a cierta independencia a cambio de estabilidad y una planificación financiera más segura, una franquicia puede ser una opción viable.
Existen oportunidades dentro del sistema de franquicia para el crecimiento personal y la innovación, aunque estén limitadas por las directrices del franquiciante. Los franquiciados pueden participar en grupos de asesoría, contribuir con ideas para mejorar el sistema, o incluso desarrollar nuevos productos o servicios, siempre y cuando cuenten con el permiso del franquiciante. Estas oportunidades permiten a los emprendedores canalizar su creatividad de manera controlada dentro del sistema.
En resumen, las franquicias no buscan activamente a emprendedores para ser sus franquiciados, no porque no puedan aportar valor, sino porque el franquiciante necesita asegurar la eficiencia y el éxito de su modelo de negocio. Si un emprendedor está dispuesto a adaptarse a las normas establecidas y a controlar su inclinación natural a hacer cambios, puede integrarse y sentirse realizado como franquiciado en una red. La clave está en encontrar el equilibrio entre la creatividad y el compromiso con el sistema.